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Helados Chino’s tiene su fábrica, locales propios y numerosas franquicias

Aquella heladería Chino’s que José Antonio “Pepe” Sirimarco instaló en la calle 83, junto al Cine Ocean, después de 45 años es una empresa consolidada, con siete locales propios en Necochea y Quequén, vende sus productos en 25 localidades bonaerenses y cuenta con una fábrica que ha ido agrandando y modernizando, a la que tiene previsto trasladar en el futuro a la zona portuaria, donde ya construyó un depósito con cámara de frio.

Hoy Helados Chino’s, con 80 empleados,  está a cargo de Gustavo Sirimarco, hijo de “Pepe”. Ambos trabajaron juntos, hasta el fallecimiento del fundador de la empresa. Y Gustavo aguarda que sus dos hijos culminen sus estudios universitarios y regresen a Necochea,  con la esperanza de que se sumen al emprendimiento.

Gustavo, que hoy tiene 52 años, recuerda que su padre era representante en Necochea de la marca de helados Laponia. Hasta que, junto a una persona conocida de Mar del Plata, puso su propia fábrica. Así nació “Chino’s” en 1977.

“Pepe” trajo de Buenos Aires una máquina antigua e instaló su primer local en la calle 83 entre 6 y 8. Al fondo estaba la pequeña fábrica. Gustavo recuerda que los helados se hicieron conocidos rápidamente, no sólo por la calidad de sus cremas, sino también por el gran tamaño de los vasos y cucuruchos en los que se servían.

Más tarde la heladería se trasladó a la calle 83 entre 2 y 4. “Para poder alquilar ese lugar mi padre hizo una inversión enorme, tuvo que vender un terreno. Se la jugó”, recuerda hoy Sirimarco, sentado bajo plantas del Parque Miguel Lillo, donde “Chino’s” tiene actualmente un local donde no sólo expenden helados, sino que también se brinda el servicio de cafetería, sobre la Avenida 10 entre 93 y 95.

HELADERIA CON CAFE

Esto de instalar locales donde además de consumir helados se puede beber café es una tendencia en el mundo, comenta el empresario, añadiendo que están teniendo buenos resultados, tanto en Necochea como en la zona con esta propuesta. Pero tiene algo en claro: “Queremos que sea una heladería con café, no una cafetería. Lo nuestro es el helado. El café es un servicio que bridamos para integrantes de la familia que no toman helado”, recalca. Y añade que “ha cambiado también la forma de tomar helado. Antes se lo consumía en la casa, ahora se lo hace en una salida familiar”.

Gustavo se sumó a la empresa en 1995. “Yo volví de Buenos Aires y empezamos a trabajar juntos con mi padre. Ya había demanda por nuestros helados desde otras ciudades. Primero habían comenzado a venderse en Lobería y Adolfo Gonzáles Chaves. Reforzamos la zona, pusimos otras heladerías y empezamos a expandirnos. Es como que el negocio nos pasó por arriba. Hoy estamos en 25 ciudades, contamos con siete locales de venta en Necochea y Quequén, tenemos 80 empleados  y la empresa se ha hecho grande, así que debemos esforzarnos por mantenerla, lo cual no es fácil hoy en día”, revela.

La fábrica, que se ha ido agrandando y remodelando, está ubicada en la calle 56 entre 55 y 57. “Ya no da para más, tenemos pensado trasladarla a la zona portuaria, donde ya construimos un depósito con cámara de frío, de manera de poder contar con stock de productos y materia prima en forma permanente”, indica Sirimarco, mientras una joven empleada se despide con afecto, indicándole que debe retomar sus estudios luego de haber trabajado durante la temporada de verano..

Gustavo define al producto que elabora “Chino’s” como “un muy buen helado de reventa” e indica que cuando lo fabrican piensan en quienes le compran el helado para expenderlos al público, ya sea en las franquicias que la empresa otorga o en los locales de los propios comerciantes.

“Tenemos una muy buena calidad para ser un helado de reventa.  En eso radica el éxito que tenemos. El producto se vende bien, la gente lo acepta. En todas las ciudades donde estamos somos líderes en venta. Cuando vamos a una ciudad para vender el producto, primero pensamos en la gente que va a poner la heladería, de modo que le vaya bien con la franquicia, esa es la base para que tenga éxito”.

Para otorgar la franquicia, “Chino’s”  brinda respaldo y asesoramiento, apuntalando al comerciante que recién comienza. “Queremos que les vaya bien. Hay gente que hace más de 20 años que vende nuestros productos a través de franquicias, utilizando el mismo tipo de cartelería, uniformes, cucuruchos, cucharitas y servilletas”, precisa Sirimarco.

A quienes tienen otorgada esa franquicia, además, le brindan la oportunidad de que sean ellos quienes vendan el producto en su ciudad. De modo tal que no sólo obtengan ganancias en la heladería, sino también vendiendo a otros comercios.

6000 KILOS POR DIA

En la fábrica de “Chino’s” hoy se producen 6000 kilos de helado por día. “A partir de que construimos el depósito con cámara grande de frío pudimos empezar a tener stock, porque si no es imposible dar abasto. Esto lo copiamos de las grandes fábricas de helado. Inventamos poco y copiamos mucho”, afirma Gustavo con una sonrisa. Y agrega: “Con el tiempo ha ido cambiando la tecnología. Y han cambiado los volúmenes. Nosotros homogeneizamos y pasteurizamos el helado”.

El helado de “Chino’s” se vende en una gran variedad de formas: desde el que se sirve en un cucurucho hasta un postre, pasando por otras variantes de envases. Y se expende no sólo en heladerías: también en kioscos, supermercados y restaurantes. “Cada vez se necesita vender más para ganar lo mismo y poder mantener una estructura de empresa”, acota Sirimarco..

Durante estos 27 años que lleva en la empresa, al compás de los vaivenes de la economía nacional, ha debido sortear dificultades y adaptarse a  diferentes circunstancias, al tiempo que se fueron sumando puntos de venta.  “Hemos ido aprendiendo, teniendo muchísimos errores y aciertos. Al final va quedando lo que sirve”, expresa, para añadir que actualmente se procura “profesionalizar la fábrica”, para lo cual se necesita personal capacitado técnicamente.

Como empresario, reconoce, se fue formando “medio a los golpes, con ayuda y consejos de amigos, que me han llevado a otros lugares para ver cómo funcionan otras fábricas, tanto en Buenos Aires como en Córdoba y Rosario, entre otros sitios. Uno va aprendiendo y aplica los conocimientos al mercado nuestro, copiando y adaptando”.

Sirimarco afirma que procura “hacer las cosas de manera ordenada, prolija, sin contraer grandes deudas, sin embarcarnos en cosas faraónicas, Todo lo que podemos, lo hacemos. Y lo que no podemos, no lo hacemos. Conocemos cómo es la economía del país, de manera que hay que ir con paso firme. Corto, pero firme”.

Además de incorporar tecnología, actualizar el modo de venta y agregar variedad de productos, Helados Chino’s no descuida otro eslabón de la cadena del negocio, que es el personal. “Cuando miramos los números, vemos que es en lo que más invertimos. Estamos brindando permanente capacitación. Siempre les recalcamos a los empleados que son importantes para nosotros. Por más que hagamos el mejor helado, si al llegar a la heladería se atiende mal nos perjudicamos todos”, expresa Gustavo.

IMPACTO DEL TURISMO

El empresario evalúa que en Necochea se ha tenido “una buena temporada turística, lo que va a dar un empuje a la ciudad, tras dos años en que impactó la pandemia del coronavirus”. Y añade que “el turismo es algo que distribuye el dinero rápidamente en la ciudad”.

“Nosotros somos fanáticos de Necochea, apostamos a que siempre le vaya bien y creo que venimos mejorando”, comenta, para añadir que el sector del Parque Lillo donde funciona su heladería se ha constituido en un hermoso paseo, donde se cuenta con una parrilla y un restó a pocos metros”. Y sostiene que, cuidando el medio ambiente, respetando la naturaleza, se podrían instalar otros comercios para potenciar el buen uso de  lo que considera “un pulmón de la ciudad”,

Integrante de la Cámara de Profesionales de Puerto Quequén (CAPROQ), Sirimarco halla en esa entidad a “un lindo grupo de gente de trabajo, muy capacitada y emprendedora. “Siempre que tiene una duda, se los puede consultar y te dan una mano”, recalca.

Finalmente, respecto del empresariado necochense, afirma que “hay mucha gente que se ha profesionalizado”, añadiendo que “los que quedan tienen que tener algo bueno para poder sobrevivir en esta época, que no es fácil”.  Optimista, Sirirmarco  cree que “Necochea va a mejorar mucho rápidamente”.

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